El Teatro de los sueños se convitió en Pesadilla

El proyecto del Fc Barcelona se fue al garete en 90 minutos. Paul Scholes fue el autor del gol que clasificó a los Red devils para la finalísima de Moscú. Al Fc Barcelona se le escapó la última oportunidad de dignificar la pésima temporada que esta realizando. Y todavía queda por ver si los hombres de Rijkaard se clasifican para la orejona en la próxima temporada, pues no andan muy alejados de los puestos de Uefa. Ayer al Fc Barcelona le faltó ese último pase, ese pase que en el Barca solo es capaz de realizar Ronaldinho en tiempos de bonanza.

Un Barca falto de épica y de arrebato, apagado, condenado por el extravío de los fantásticos. Un Barca que lleva cuatro partidos sin marcar, rara vez puede llegar a ningún sitio, y menos a una final de la Copa de Europa. Al Manchester United solo le bastó con el gol de Paul Scholes, el trabajo impresionante de Park y de Tévez y la jerarquia defensiva de Ferdinand, ante un equipo superado por la liturgia del encuentro, por la solemnidad del campo y por la fiebre del rival, entregados exclusivamente a Messi, que se ganó el derecho a ser la piedra sobre la que se edificará el futuro equipo.


Incluso tampoco apareció Ronaldo, del que cada día tengo más dudas que sea el mejor del mundo, pues creo que este galardon merece recaer sobre la pulga. Ese jugador tan pequeño de estatura pero tan grande como el que más. Este es el buque insignia que todo club necesita. El Barca tiene que hacer un proyecto en torno a Messi, darle al argentino el mando, por que esta más que demostrado que no se achanta sean cuales sean las circustancias.

El partido no empezó mal, con un Barca dando vestigios de lo que fue, ese equipo que enamoró con su fútbol a toda Europa. Hasta que un doble fallo de Zambrotta, que resbaló y rechazó malamente el balón, condenó precisamente el hermoso despliegue inicial del Barça. Agarrados a la zamarra de Messi, los azulgrana jugaron un buen cuarto de hora en cancha inglesa. Apretaban en la divisoria y alcanzaban el campo ajeno con una relativa frecuencia. Hasta que cedió el lateral derecho y habilitó el remate a media distancia de Scholes, un jugador que mezcla con cualquier futbolista, siempre decisivo porque aparece en el punto que demanda la jugada, dispuesto a cortar el despliegue, a armar la contra o a pegar a la pelota.

Los azulgrana no han perdido estilo ni juego sino que se han quedado secos por la baja forma de Eto'o y la claudicación de Ronaldinho, desaparecido durante todo el curso. La historia dirá que el sol salió y se puso para el Barcelona con Ronaldinho. Falto de la luz del Gaucho, el Barça acabó por expirar anoche en Old Trafford, el Teatro de los Sueños, el mejor de los escenarios posibles para un buen Réquiem. Gloria al Manchester, camino de Moscú, y punto final al Barça de Ronaldinho y de Rijkaard. A Barca ayer el Teatro no le supo a un sueño, sino a una pesadilla que duró 90 minutos, igual que el proyecto del Fc Barcelona.